DICTADURA: El mundo ha cambiado, ya no estamos en los años de la guerra fría que permitían una cierta autonomía a los gobiernos de las naciones En un mundo de guerras calientes los gobiernos autónomos son mala palabra. Y el capital transnacional está en guerra muy caliente. Pero ya no se usan los cuartelazos que dan mala imagen, son impopulares, despiertan reacciones negativas para la inversión extranjera y las relaciones comerciales. Ahora los métodos para sojuzgar países son más sutiles, son los sobornos y la corrupción los que hacen el mismo trabajo sucio sin tener que recurrir a la parafernalia militar. Sale más barato y se nota menos. ¿Quién se iba a imaginar que la dictadura pudiera entrar por la puerta ancha del sistema democrático, por las instituciones que le dan sentido, y en lugar de hacer uso de las armas hiciera uso de las urnas? Confiábamos en la institucionalidad del país, vigentes las estructuras jurídicas, funcionando las garantías sociales, protegidos los derechos laborales. Poco a poco se fue minando el terreno sin que pudiéramos advertirlo. Pero ya la reelección por decisión de la Sala Cuarta nos hizo sospechar la dirección de la flecha. Y nos preocupó más el Tribunal Supremo de Elecciones. Vimos el nombramiento de diputados señalados por un solo dedo. Reclamaron los sacerdotes por el abuso ocurrido en una de sus iglesias, protestaron los estudiantes, salimos a la calle y pedimos No al TLC. Pero nadie atendió nuestras protestas, ni nuestros reclamos ni nuestros pedidos. La dictadura que se inicia en el 2006 nos conduce al fascismo en el 2007.
“Don Félix Arcadio vivió en la montaña.
Tenía los ojos como la mañana.
Cuando Iglesias dijo:
“Mi caballo blanco, mi frente altanera”.
Don Félix decía:
“Patria alborozada. Patria estremecida”.
Cuando Iglesias dijo:
“Mis montes, mis valles, mis cañaverales”.
Don Félix decía:
“Tus aires, Patria, tus palomares”.
Cuando Iglesias dijo:
“Mis ríos, mis mares”.
Don Félix decía:
“Tus pajarillos, tus libertades”.
Don Félix Arcadio vivió en la montaña.
Tenía los ojos como la mañana”."Herediano de nacimiento -por lo que hoy la principal escuela y una calle de Santo Domingo portan su nombre-, al igual que su esposa Rosa Segura Fonseca, este notable abogado y ciudadano tuvo fincas en Naranjo. Fue el último rector de la Universidad de Santo Tomás, clausurada en 1884, a pesar de sus luchas por evitarlo, así como el fundador del Partido Independiente Demócrata, que ocuparía el segundo lugar en las elecciones de 1894, las cuales permitirían la instauración de la tiranía de Rafael Iglesias, por ocho años. Pero no fue una tureca ni un partidito de pasarraya, sino el primer partido progresista y radical, de fuerte y profunda raigambre popular, campesina y obrera, en el cual por cierto militara el siempre indomable José María (Billo) Zeledón, autor de la letra de nuestro Himno Nacional.Y, por su beligerancia, Montero tendría que pagar un alto precio personal y familiar. Cuentan los historiadores que Iglesias fraguó un auto-atentado, del cual lo inculpó, por lo que lo persiguieron. Entonces, amigo leal y cabal, mi abuelo Ascensión Quirós construyó un escondite en su casa -el cual conocí de niño, y sería utilizado por otros durante los conflictos de 1917 y 1948-, que no pudo utilizar, pues lo capturaron antes, en Naranjo. Viles, lo encerrarían por 14 meses en una jaula diseñada para criminales mientras se esperaba el proceso judicial, tras lo cual, declarado culpable, fue desterrado a Barcelona. Permaneció allá varios años y, a su regreso en 1897, moriría en el barco al ingerir un plato idéntico al de otros pasajeros, a quienes curiosamente nada sucedió.Su nieto Arturo, muchos años después lo evocaría así:“Mi abuelo está en el mar. Iglesias quiso que su cuerpo muriera entre las algas. Mi abuelo es marino desde entonces, y toca puerto cada vez que la Patria lo llama. Mi abuelo está vivo. Mi abuelo es marino, Iglesias lo sabe”."
Tomado de http://www.tribunademocratica.com/2006/11/en_octubre_montero_vega.html
domingo, 27 de abril de 2008
CUATRO PALABRAS
DICTADURA: El mundo ha cambiado, ya no estamos en los años de la guerra fría que permitían una cierta autonomía a los gobiernos de las naciones En un mundo de guerras calientes los gobiernos autónomos son mala palabra. Y el capital transnacional está en guerra muy caliente. Pero ya no se usan los cuartelazos que dan mala imagen, son impopulares, despiertan reacciones negativas para la inversión extranjera y las relaciones comerciales. Ahora los métodos para sojuzgar países son más sutiles, son los sobornos y la corrupción los que hacen el mismo trabajo sucio sin tener que recurrir a la parafernalia militar. Sale más barato y se nota menos. ¿Quién se iba a imaginar que la dictadura pudiera entrar por la puerta ancha del sistema democrático, por las instituciones que le dan sentido, y en lugar de hacer uso de las armas hiciera uso de las urnas? Confiábamos en la institucionalidad del país, vigentes las estructuras jurídicas, funcionando las garantías sociales, protegidos los derechos laborales. Poco a poco se fue minando el terreno sin que pudiéramos advertirlo. Pero ya la reelección por decisión de la Sala Cuarta nos hizo sospechar la dirección de la flecha. Y nos preocupó más el Tribunal Supremo de Elecciones. Vimos el nombramiento de diputados señalados por un solo dedo. Reclamaron los sacerdotes por el abuso ocurrido en una de sus iglesias, protestaron los estudiantes, salimos a la calle y pedimos No al TLC. Pero nadie atendió nuestras protestas, ni nuestros reclamos ni nuestros pedidos. La dictadura que se inicia en el 2006 nos conduce al fascismo en el 2007.
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