Columnista huésped 4 de Agosto 2008
Por Elena Villalobos
Los dos son hijos de la provincia de Heredia, ambos realizan estudios en derecho, nacen en senos de familias acaudaladas y terminan por llegar a la Presidencia de la República, muchas las coincidencias, más las diferencias.
Don Alfredo González Flores, es considerado por muchos como el gran y primer estadista que ha tenido nuestro país. El 7 de diciembre de 1913 se realizan elecciones, sin que ninguno de los candidatos obtuviera el número necesario de votos para asumir la presidencia. Después de meses de zozobra e intrigas políticas, el Congreso declaró desierta la elección y nombró al Lic. González Flores, primer Designado, llamándolo al ejercicio del Poder para el período 1914-1918. De esta manera termina una crisis política.
En otro escenario, 92 años después, otro 8 de mayo, pero de 2006, Oscar Arias Sánchez, asume la Presidencia de la República, en el estadio nacional (hoy China Stadium), en la Sabana, San José. Su toma de posesión se da, después de una larga crisis política y moral, donde se cuestiona la forma en cómo retorna la reelección presidencial, sin haberse reformado la Constitución Política vía Asamblea Legislativa, sino por medio de la Sala Constitucional. A raíz de las elecciones de febrero del 2006, surgen fuertes denuncias de fraude electoral, que una a una son desechadas por el TSE. Finalmente el 8 de mayo de 2006, en un hecho que no registra la historia nacional, miles de costarricenses desfilamos por el Paseo Colón, rumbo al Estadio Nacional a protestar por lo que se consideraba y aún creemos, fue la toma inconstitucional de la Presidencia de la República y por lo tanto, un golpe de Estado.
En 1918, en la dictadura de los hermanos Tinoco, don Joaquín García Monge, es destituido como director de la Escuela Normal de Costa Rica, lo cual provoca que don Omar Dengo y la gran mayoría de docentes de dicho centro de estudio renuncien en apoyo a don Joaquín y en repudio al régimen militar. Ante tal hecho una figura como don Omar Dengo, con esposa y un hijo pequeño, sobrevive en San José en una casa humilde, vendiendo sus regalos de boda, una lección de que la dignidad no tiene precio.
En 2008, la directora del Museo de Arte Costarricense, renuncia a su cargo al "sugerírsele" que retire una fotografía que conmemora la inauguración del museo, en la que aparece el Presidente de entonces don Daniel Oduber Quirós, junto a otros funcionarios de la época y colgar en su lugar una del actual presidente.
En 1915, en un mensaje presidencial, don Alfredo González Flores indica "…que cada uno contribuya en la medida de su capacidad económica y que crezca progresivamente la contribución para los más pudientes, y que, en lo posible, pesen sobre los favorecidos con ellas los gastos para las obras de fomento y de interés local o especial."
Viernes 11 de julio de 2008, Cartago, mensaje presidencial "los que critican los altos salarios de funcionarios, tienen envidia por los salarios competitivos…" , en relación a los altos salarios pagados a "funcionarios públicos" con fondos del BCIE. Aquí radica la diferencia entre un estadista, un humanista y otro que no lo es.
En las honras fúnebres de González Flores, dice el entonces presidente de la República, don Francisco J. Orlich, lo siguiente:
"Don Alfredo González Flores forma parte de los inmortales, de aquellos que nunca mueren porque su luminosa huella continuará animando la existencia de Costa Rica. La vida y obra de don Alfredo es uno de los mejores ejemplos que los costarricenses debemos tomar de inspiración".
Que la historia sitúe a cada uno en el lugar que le corresponde.
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